Los sistemas de representación mental de información son vías que permiten a los discentes adquirir sensaciones, elaborar percepciones y construir representaciones de la realidad objetiva. Según el Modelo de Programación Neurolingüística de Bandler y Grinder, existen tres sistemas de representación: visual, auditivo y kinestésico (Mera y Amores, 2017).
Utilizamos el sistema de representación visual siempre que recordamos imágenes abstractas (como letras y números) y concretas. Con el sistema de representación auditivo podemos oír en nuestra mente voces, sonidos, música. Por último, cuando recordamos el sabor de nuestra comida favorita, o lo que sentimos al escuchar una canción estamos utilizando el sistema de representación kinestésico (Tocci, 2013; en Mera y Amores, 2017).
Los estudiantes que utilizan de manera preferente el sistema de representación visual, aprenden mejor cuando leen o ven la información de alguna manera, toman notas y piensan en imágenes; existen evidencias de que los estudiantes visuales tienen más facilidad para absorber grandes cantidades de información con rapidez, establecer relaciones entre distintas ideas y conceptos, hacer abstracciones, y planificar. Los estudiantes auditivos aprenden mejor cuando escuchan explicaciones orales y explican esa información a otras personas; el sistema auditivo no permite relacionar o elaborar conceptos abstractos con la misma facilidad que el sistema visual y no es tan rápido. Los estudiantes kinestésicos procesan la información asociándola a las sensaciones y movimientos de su cuerpo, haciendo cosas, experimentos y proyectos; el aprendizaje es más lento que con los otros dos sistemas (visual y auditivo) pero mucho más profundo y duradero (Analie, 2006; en Mera y Amores, 2017).
Se estima que un 40% de las personas es visual, un 30% auditiva y un 30% kinestésica (Analie, 2006; en Mera y Amores, 2017). Cabe destacar que, además de los estilos ya comentados, también existe el sistema de lectura y escritura, en el que los sujetos muestran preferencia por leer y escribir apuntes, es decir, su modo de aprendizaje se caracteriza por leer textos, listas de detalles, folletos, etc.; y, por otra parte, encontramos el sistema multimodal, que se basa en tener varios estilos predominantes y, por tanto, no destacar por ninguno en especial, ya que engloba algunas características de cada uno (González, 2020).
La vista, el oído y el movimiento definen nuestros primeros aprendizajes una vez adquirida la habilidad de lecto-escritura, convirtiéndose en otro pilar de adquisición y filtro de información (Lozano, 2004; en Nájera, 2007). Este modelo surge del desarrollo de un instrumento sencillo para determinar las preferencias de modalidad sensorial al procesar la información, en el año 1992 por Neil Fleming junto con Collen Mills. Su aplicación en diversos estudiantes desembocó en comentarios como: “ahora entiendo por qué aprendo más y mejor cuando estoy en ciertas situaciones”. De esta manera, los docentes detectaron las preferencias de aprendizaje en su alumnado de acuerdo a sus estilos de aprendizaje, estableciendo nuevos métodos de enseñanza (Nájera, 2007).
El modelo VAK o VARK (del inglés Visual, Aural, Read/Write, Kinesthetic), retoma estas formas de apropiación de conocimiento y genera una respuesta ante las necesidades de los y las que conforman el sistema educativo, descubriendo finalmente la manera de llevarlo al aula con el objetivo de fomentar el aprendizaje (Nájera, 2007).
De manera más esquemática, podemos decir que percibimos e interiorizamos la información externa mediante tres sistemas de representación (Rivero, Gómez y Cedeño, 2017):
Visual: los sujetos piensan en imágenes y están capacitados para captar mucha información con velocidad, abstrayendo y planificando mejor que los siguientes estilos. También les favorece la lectura y la representación con imágenes.
Auditivo: aprenden mejor al recibir y ofrecer explicaciones orales. No pueden relacionar conceptos abstractos tan fácilmente como el estilo visual. El estudio de música e idiomas es predominante en este grupo.
Kinestésico: aprenden a través de sensaciones y mediante movimientos. Es el sistema más lento pero su ventaja es que una vez que el cuerpo aprende determinada información, es muy difícil olvidarla. Por este motivo, los estudiantes necesitan más tiempo para entender e interiorizar la información.
¿Creéis que la clase que están teniendo es
adecuada? ¿Por qué?
González, T. (2020). Estilos de
aprendizaje. Sapiencia aprendiendo. Recuperado de https://www.estilosdeaprendizaje.org/#tipos-de-estilos-de-aprendizaje
Mera, M. A., y Amores, P. D. R. (2017).
Estilos de aprendizaje y sistemas de representación mental de la información. Revista
Publicando, 4(12 (1)), 181-196. Recuperado de https://revistapublicando.org/revista/index.php/crv/article/view/651
Nájera, J. R. G. (2007). El modelo VARK:
instrumento diseñado para identificar estilos de enseñanza-aprendizaje. Investigación
Educativa Duranguense, (6), 85-89. Recuperado de file:///C:/Users/Cynthia/Downloads/Dialnet-ElModeloVARK-2293085%20(1).pdf
Rivero, L. R., Gómez, G. C., & Cedeño,
J. M. (2017). Tipos de aprendizaje y tendencia según modelo VAK. Tecnología
Investigación y Academia, 5(2), 237-242. Recuperado de https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/tia/article/view/9785
Comentarios
Publicar un comentario